
publicado n/a científico americano
Las bacterias pueden ser organismos antiguos, pero no tan primitivos. Aunque son unicelulares, pueden comportarse colectivamente compartiendo nutrientes como vizinhas, moviéndose en armonía unos con otros e incluso suicidándose, causando un mayor daño a su colonia. Ya se sabía que las moléculas que se mueven de una célula a otra y que permiten ese comportamiento grupal ocurren en un proceso de señalización llamado Quorum Sensing. Ahora, nueva evidencia revela que las bacterias también pueden tener otra forma de «conversar» entre sí: la comunicación a través de señales electroquímicas, un mecanismo que antes se pensaba que era exclusivo de los organismos multicelulares.
En 2010, el biólogo molecular Gürol Suel, investigador de la Universidad de California, se propuso comprender cómo una sola bacteria llamada Bacillus subtilis podía convertirse en comunidades masivas de más de mil células y seguir prosperando. Sus colegas descubrieron que una vez que la colonia alcanza un tamaño crítico, las bacterias en la periferia dejan de reproducirse para dejar las células centrales de la colonia con un suministro suficiente de nutrientes.
Esta observación planteó la cuestión de cómo se instruyó a las celdas fronterizas de la colonia para que dejaran de dividirse. En un estudio reciente de este seguimiento, se descubrió que las señales intercelulares, en este caso, eran de hecho electroquímicas. Los mensajes viajan a través de canales iónicos, que son proteínas incrustadas en la membrana celular que controlan el flujo de partículas cargadas, en este caso iones de potasio. A través de la apertura y datación de estos canales, una célula puede alterar la carga de sus vizinhas, incitándolas a liberar más partículas, formando así una corriente de señales eléctricas de célula a célula.
“Sabíamos que las bacterias tenían canales iónicos, pero solo les atribuíamos diferentes funciones en el marco de una sola célula. Ahora estamos vendiendo que también sirven para coordinar o comportarse a través de miles de células”. Revelación o estudio publicado en una revista Naturaleza.
Este tipo de señalización electroquímica también es la forma en que las neuronas de nuestro cerebro procesan la información. Este y otros hallazgos han llevado a los científicos a reevaluar sus suposiciones sobre la vida unicelular. «Las bacterias se consideraron limitadas porque no serían multicelulares», dice Steve Lockless, biólogo de la Universidad Texas A&M que no participó en su estudio. «Pero los organismos unicelulares ofrecen cada vez más evidencia de comportamientos multifacéticos».