El AK-47 es una de las armas de fuego más utilizadas en el mundo, ya sea en películas o en la vida real. Aún así, hay varias curiosidades sobre él que no son tan conocidas, y que se pueden explicar con una pequeña lección de física.
El clip de arriba, por ejemplo, prueba una grabación en cámara lenta para mostrar cómo funciona el AK-47 bajo el agua. El resultado es este: sigue funcionando, es más rápido y efectivo disparando, pero mucho menos letal.
Esto se debe a que el arma tiene un pistón que deja la siguiente bala en la posición correcta en la recámara para el próximo disparo, y este mecanismo aprovecha el aire comprimido y el retroceso posterior al disparo para esto. Cuando el espacio vacío se llena con agua, que no está comprimida, la presión es mayor y la aplicación de la fuerza es inmediata.
Solo hay un problema, que se presenta mucho en las películas de acción: en un entorno submarino, ya sea un lago o un pequeño acuario, la bola se ralentiza mucho en el proceso, lo que hace que los disparos sean menos letales.