
Científicos franceses están trabajando en el desarrollo de un material térmico capaz de enmascarar completamente la temperatura de un cuerpo. Además de permitir que los objetos sean invisibles para los dispositivos encargados de tomar una lectura térmica de un entorno, la tecnología se puede utilizar para transferir calor entre componentes electrónicos sensibles.
Métodos para crear prendas similares a las que se ven en la serie de Harry Potter, que hacían desaparecer por completo a una persona, se han estudiado desde 2006. Hasta el momento, todas las técnicas creadas tienen varias limitaciones, estando muy lejos de obtener el efecto que se muestra en la ficción.
Lo que todos tienen en común es que de alguna manera intentan manipular las ondas magnéticas para ocultar un objeto o una persona. Según Sebastian Guenneau, del Instituto Fresnel, las técnicas basadas en el calor tienen una gran diferencia: “El calor no es una onda, simplemente viaja de regiones cálidas a regiones frías”, dice.
“Las matemáticas y la física involucradas son muy diferentes. Por ejemplo, una onda puede viajar largas distancias sin perder intensidad, mientras que el calor generalmente se difunde en distancias más cortas”, explica.
Apoyo a la industria microelectrónica
La solución que encontraron los investigadores fue desarrollar una manta construida con 20 capas de diferentes materiales, cada una con su propia difusividad (capacidad de transmitir y disipar el calor). De esta forma, pueden controlar la temperatura de zonas muy concretas, calentar un lugar concreto o transmitir el calor de manera uniforme.
En la práctica, se espera que la nueva tecnología se utilice principalmente en la industria de la microelectrónica, donde concentrar el calor en un área específica resulta ser un gran desafío para los ingenieros cuando desarrollan un producto.