
En septiembre de este año, investigadores del CERN anunciaron el descubrimiento de partículas subatómicas capaces de viajar a velocidades superiores a la de la luz. La novedad, que sacude los pilares de la física moderna, fue reconfirmado este viernes (18 de noviembre), luego de pruebas más precisas de los experimentos realizados anteriormente.
Una de las principales críticas relacionadas con el experimento inicial del CERN es la duración relativamente larga de los pulsos de neutrinos enviados, que duraron alrededor de 10 microsegundos, una situación que, según los críticos, haría imposible medir con precisión la velocidad de las partículas enviadas a Gran Sasso. Laboratorios en Italia.
Enviar mensajes al pasado
Para probar el descubrimiento, los investigadores realizaron una nueva batería de pruebas enviando neutrinos durante tres nanosegundos, con intervalos de 524 nanosegundos entre ellos. El resultado resultó ser mucho más preciso que los obtenidos por el experimento inicial, demostrando la existencia de partículas subatómicas que se mueven por encima de la velocidad de la luz.

El descubrimiento conmocionó al mundo de la ciencia al implicar que la teoría de la relatividad, tal como la formuló Albert Einstein, no es válida. Además, la novedad destruye nuestra percepción del pasado y el presente al permitir que los mensajes se envíen hacia atrás en el tiempo, afectando severamente el principio fundamental de causa y consecuencia.
Descubrimiento visto con sospecha
A pesar de los resultados más precisos obtenidos por el CERN, la comunidad científica seguirá realizando más pruebas antes de aceptar el descubrimiento como cierto. Además de replicar las pruebas en otras partes del planeta, los investigadores proponen comprobar la sincronización de los relojes que se utilizan allí y los que se encuentran en Italia.
Al reemplazar el sistema GPS que se usa actualmente con fibra óptica, los científicos esperan eliminar el efecto que las fuerzas gravitatorias divergentes tienen en los relojes. Solo después de verificar cuidadosamente detalles como este, será posible decir con certeza que los neutrinos realmente viajan a velocidades superiores a la velocidad de la luz, y que los resultados obtenidos no son una simple discrepancia en las mediciones.