Investigadores del Institut polytechnique de Paris y de la Universidad de Ginebra lograron, por primera vez, guiar rayos utilizando un láser superpotente, en el noreste de Suiza. Vosotras datos de la Encuesta fueron publicados en la revista Nature Photonics.
Los rayos son un problema. Las descargas eléctricas pueden causar varios tipos de daños. Desde los incendios hasta la destrucción de las redes eléctricas y de comunicaciones, nuestra forma de afrontar y prevenir los daños sigue siendo la misma que en el siglo XVIII, con los famosos pararrayos o las torres Franklin.
Pero después de más de 20 años de estudio y pruebas, los científicos han logrado una hazaña sin precedentes en la ciencia de los rayos.

Los investigadores instalaron un láser superpotente, una máquina que pesa más de 3 toneladas, al pie de una torre de telecomunicaciones en lo alto de la montaña Säntis, en el noreste de Suiza.
El láser Lightning Rod emite 1.000 pulsos por segundo y es un proyecto experimental para el desarrollo de nuevas tecnologías de protección contra rayos.
En el artículo, los investigadores describen otros dos intentos de redirigir las descargas eléctricas en 2004, en México, y en 2011 en Singapur. Ambos fracasaron.
Pero después de más de 20 años de estudio y pruebas, ¡finalmente pudieron dirigir rayos durante una tormenta eléctrica por primera vez!

Utilizando cámaras ultrarrápidas e interferómetros, que miden las perturbaciones electromagnéticas, los investigadores lograron observar el momento en que el láser logra guiar un haz a lo largo de más de 50 metros.
Al principio, los investigadores observaron la desviación solo en los rayos ascendentes cargados negativamente. Un misterio aún por resolver.
Aún quedan otros problemas por resolver, como el uso seguro de pararrayos láser en el espacio aéreo.

Los pulsos pueden generar interferencias en la aeronave, incluso alterar la visión de los pilotos. Por lo tanto, el espacio aéreo permaneció cerrado durante la operación del láser.
A pesar de los desafíos, este logro sin precedentes ha dado un nuevo impulso a la investigación y se espera que dentro de unos años la tecnología esté disponible para su aplicación y comercialización.